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    Beatriz y Gustavo: El amor traspasa los lazos de sangre



    Por motivos de privacidad, esta nota no contiene fotos ni videos de las personas mencionadas

    Gustavo tiene 13 años y vive con Beatríz, su abuela adoptiva, hace 8.

    Beatríz  tiene 62 y hace 16 decidió unirse al voluntariado del hospital Castro RendónEn una entrevista concedida a Adopción Neuquén, confesó que su tarea de caridad con los enfermos, a través de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, le dio el don de ayudar al otro como una acción común en lo cotidiano.

    En febrero del 2004, conoció a Gustavo de, por entonces, 4 años. Él vivía en la calle, lavando autos junto a sus dos hermanas. La madre y el padrastro habían perdido todo debido a la adicción al alcohol y a las drogas.

    Beatriz decidió acercarse de a poco a Gustavo. Comenzó con pequeños favores: comida, ropa o invitaciones a pasar la tarde en su casa. Luego, entendió que la única salida para el niño era ella misma.

    Foto ilustrativa (Fuente www.lanacion.com.ar)

    Accedió, con el permiso de la madre biológica, para realizarle estudios médicos. El médico consultado advirtió que Gustavo tenía desnutrición crónica y necesitaba, de manera urgente, un lugar donde mejore su salud.

    Luego, de acceder a  una autorización legal de tenencia compartida, la abuela adoptiva resolvió llevarlo a vivir a  su hogar. Ese momento cambió la vida de ambos.

    En el niño desapareció el abandono y el hambre, pero ganó algo aún más importante: amor y al calor fraterno. La abuela tuvo su primer nieto, a quien cada vez que menciona se le llenan los ojos de lágrimas.

    Gustavo finalizó la educación primaria y, recientemente, tuvo su merecido viaje de egresados. Aparte, practica deportes, es boy scout,  monaguillo y aprende el idioma inglés, aunque para su responsable signifique un gran esfuerzo económico.

    Hace pocos meses, el Poder Judicial les otorgó una guarda legal que sirve para prevenir que los padres biológicos quieran reclamar su patria potestad.

    Beatríz nunca intentó alejar a su nieto de su familia biológica, por el contrario, quiso ayudarla para que pudiera recuperarse de su adicción. Sin embargo los intentos no fueron fructíferos.

    “El amor traspasa las fronteras de los lazos sanguíneos”, finalizó emocionada la abuela de Gustavo.

     

    Adopción en Neuquén

    Nunca es tarde para ser feliz.

    Este blog es una investigación periodística sobre las muchas caras de la adopción.

    Está dedicado, especialmente, a todas aquellas personas que fueron y son capaces de dar amor y vida.

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